Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), la diversidad lingüística se encuentra en peligro de extinción. En promedio cada dos semanas, una lengua desaparece, llevándose consigo todo un patrimonio cultural e intelectual.
Para los pueblos indígenas de Venezuela, es de gran orgullo que el artículo 9 de la Carta Magna reconozca como idioma oficial las lenguas indígenas. La Ley de Idiomas Indígenas, decretada por la Asamblea Nacional en el año 2008, establece en su artículo 4, el reconocimiento de los idiomas de 39 pueblos indígenas. Las lenguas indígenas son habladas por un número determinado de personas y constituyen una gran riqueza cultural para Venezuela.
Según el Censo Nacional de Población y Vivienda del año 2011, en Venezuela existen más de 50 pueblos indígenas, algunos de estos perdieron su lengua y actualmente están en proceso de recuperación. Por el contrario a ello, hay pueblos muy vigorosos en el uso de su idioma, como por ejemplo los yanomami, los yekuana y los warao. Esa diversidad lingüística de los pueblos indígenas que habitan en nuestro país representa un patrimonio cultural para la humanidad.
Si consideramos la afirmación de la Unesco, puede ser preocupante, puesto que, si no se establecen políticas firmes, coordinadas con los pueblos originarios para preservar sus idiomas, en poco tiempo estaría desapareciendo gran parte de su diversidad cultural.
Debemos destacar las luchas de los pueblos indígenas de Venezuela por mantener su lengua materna. Entre ellas tiene gran significación el hecho de que la tradición oral del pueblo indígena mapoyo, haya sido reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, en la Lista de Salvaguardia Urgente, pero el logro es mayor ya que también se estableció un compromiso de revitalizar su idioma, el cual está en franco peligro de desaparecer.
El fortalecimiento, apoyo y revitalización de las lenguas propias de los pueblos indígenas es fundamental para garantizar la pluriculturalidad de nuestro país, como lo establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
