Recientemente, la capital del Municipio Gran Sabana, al sur del estado Bolívar de Venezuela, amaneció bajo las aguas. Alrededor del 80% de las familias que viven en Santa Elena de Uairén se vieron afectadas por la crecida del río que atraviesa la ciudad. El desbordamiento del Río Uairén y la ocurrencia de fenómenos similares podrían ser cada vez más frecuentes si la deforestación asociada al eje minero que rodea la zona continúa en su franco y acelerado ascenso.
“El mes de julio esta enmarcado dentro de la temporada de lluvias en Venezuela; sin embargo, suelen alternarse períodos de relativo buen tiempo especialmente en horas de la mañana asociados a poca nubosidad y escasas precipitaciones, para luego en horas de la tarde se formen sistemas nubosos algunos de tipo convectivo generadores de lluvias con descargas eléctricas y ráfagas de viento, producto de la actividad de la franja de nubosidad asociada a la zona de convergencia intertropical (ZCIT) reforzada por el calentamiento diurno, estos se forman generalmente hacia el Océano Atlántico penetrando por el extremo oriental del territorio nacional (Delta Amacuro, sur de Monagas y porción este-noreste del estado Bolívar) y en ocasiones llegan hasta las regiones: Central y Llanos Centrales. (…) Durante este mes, continuará el pasaje de ondas tropicales y perturbaciones tropicales (depresiones tropicales, tormentas tropicales y huracanes) sobre el océano Atlántico, mar Caribe y golfo de México, que al interactuar con la zona de convergencia intertropical (ZCIT) representan un gran aporte de las precipitaciones sobre nuestro país.”
Tendencia Metereológica para el Mes de Julio 2022, del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (INAMEH)
Noche lluviosa
La noche del viernes 29 de julio el nivel del río comenzó a ascender. Habían transcurrido varias horas y la lluvia no amainaba en Santa Elena de Uairén. El Ejército, la Guardia Nacional y Protección Civil se pusieron en alerta e informaron sobre la restricción del paso por el puente La Pasarela. Las autoridades temían lo que en efecto estaba por ocurrir: el desbordamiento del Río Uairén.
Semanas atrás, a principios de julio, Protección Civil Gran Sabana tenía censado a 11 de los 15 sectores vulnerables a inundaciones en Santa Elena. Según su director, Eduardo Pérez, los sectores de mayor riesgo serían Nueva Jerusalén, Nazareno y Brisas de Sampa. “Estamos visitando las zonas vulnerables, verificando el crecimiento de quebradas que cruzan por los sectores mencionados”, declaró a los medios. “Hasta el momento no hay novedad de relevancia, pero Protección Civil se mantiene preventivo”. Para ese momento el organismo registraba 214 familias y 964 personas vulnerables a las afectaciones por lluvias.
Pero la realidad superó las estimaciones. Las cifras proporcionadas por el gobernador de la entidad, Ángel Marcano, revelan que el desbordamiento del río Uairén, al sur del estado Bolívar, dejó a cuatro mil familias afectadas, alrededor del 80% de la población de Santa Elena. Y destacó que fue una lluvia de más de ocho horas la que provocó la inundación de las diferentes comunidades del municipio Gran Sabana, que comunica a Venezuela con Brasil.

Como consecuencia del temporal, el servicio eléctrico resultó afectado. Los habitantes aseguraron que más de la mitad de los sectores del municipio permanecían sin luz y otros servicios básicos como telefonía e internet. “Las calles están inundadas con una altura promedio de 60 a 70 centímetros”, precisó el director de Protección Civil. El agua del río llegó hasta el casco central del poblado y al hospital Rosario Vera Zurita, dejando más de 700 viviendas afectadas a su paso.

y Comercio de Gran Sabana informó
que se estaba evaluando la situación
para calcular la magnitud de los daños
y precisar la cantidad de agremiados
perjudicados.
Las pérdidas económicas y materiales aún siguen cuantificándose. La Cámara de Industria Producción y Comercio de Gran Sabana informó que se estaba evaluando la situación para calcular la magnitud de los daños y precisar la cantidad de agremiados perjudicados. Jean Franco Fabi, presidente de la Cámara, estima que “en la Troncal 10, a la altura del hospital, todos los locales comerciales que van hasta la entrada de Keeway, llegando a la iglesia; los locales comerciales de la calle de los turistas; y todos los locales de la calle Roscio sufrieron prácticamente pérdida total de su mercancía”.
En declaraciones a Unión Radio, el gobernador aseguró que desde hace 82 años no ocurría una situación de esta naturaleza, por lo que los tomó por sorpresa. Los habitantes de Santa Elena, en cambio, afirman que la magnitud de un desborde como este no se veía desde 1988.
Sin embargo, a mediados de agosto del año pasado, la crecida del Uairén afectó al menos a 44 familias de las zonas de Nazareno, Merey y Negro Primero; situación que días antes advirtieron los habitantes al observar que las aguas del río estaban a pocos centímetros de cubrir la estructura metálica del puente del sector Guayabal. Y el año anterior, en 2020, fueron aproximadamente 370 las familias afectadas por la misma razón: el desbordamiento del Río Uairén.
El impacto de la deforestación
Uno de los temas de mayor relevancia dentro del debate acerca del cambio climático a escala global, regional y local se refiere al impacto de la deforestación sobre el clima. Problema que es particularmente importante en las regiones tropicales, donde existe el llamado bosque tropical lluvioso. Allí, los procesos hidrológicos tienen implicaciones fundamentales sobre el clima. El cambio de la cobertura vegetal ocasionado por la deforestación tiene consecuencias sobre los ecosistemas y sobre todos los componentes del ciclo hidrológico, con implicaciones dramáticas que afectan directamente a sus habitantes y, especialmente, a los pueblos indígenas, en este caso, de la Amazonia venezolana.
No es esta la primera vez que Santa Elena queda bajo las aguas del Uairén, y tampoco será la última. De hecho, la ocurrencia de fenómenos como este podrían ser cada vez más frecuentes si la deforestación asociada al eje minero Santa Elena de Uairén continúa en su franco y acelerado ascenso.

Al respecto, conversamos con nuestra Coordinadora de Sistemas de Información Socioambiental, María “Tina” Oliveira, quien afirma que “la deforestación reduce la capacidad de los suelos para retener agua y con eso reduce la capacidad para evitar inundaciones. El cambio climático induce eventos extremos: sequías o lluvias. Si es una lluvia torrencial, la perdida de la vegetación hará que los impactos sean mayores”.
En los últimos 20 años en la región guayanesa ha llovido un promedio de 50 días durante los meses de junio, julio y agosto. Solo en julio las precipitaciones promedian 8,5 milímetros al día, lo que equivale a ocho litros y medio de agua por metro cuadrado. Cuando las lluvias caen sobre las zonas boscosas y confluyen en pequeños ríos determinan el caudal de los cursos de agua. Si se eliminan los bosques y se remueve su capa vegetal, entonces las aguas drenan más rápidamente durante la estación lluviosa.
Para Tina Oliveira “es seguro que la inundación fue peor de lo que pudo haber sido, porque si no hubiera tanta deforestación habría sido de menor impacto”, y advierte que “si es una lluvia torrencial y fuera de norma (extrema) van a haber desastres, que serán peores si la zona ha sido deforestada”.
La vegetación boscosa actúa sobre el agua como una esponja, reteniéndola en invierno y liberándola progresivamente en sequía. La minería elimina drásticamente los bosques y la vegetación. Oliveira asegura que “la deforestación no determina el macroclima, sino el microclima. Pero, eso sí, la deforestación a gran escala tendrá impactos en gran escala en el clima”.

Inundaciones o un problema social
Fenómenos naturales como las inundaciones son comunes en nuestro país y tienen una gran influencia en el desarrollo tanto social como económico, donde la vulnerabilidad juega un papel importante dentro de las comunidades y entornos en los cuales impacta el fenómeno.Las inundaciones no sólo dañan la propiedad y amenazan la vida ecosistémica y humana, sino que también tienen otros efectos como la erosión del suelo y la sedimentación excesiva. Las corrientes muy rápidas ocasionan daños mayores, mientras que las crecidas prolongadas de las aguas obstaculizan el flujo y dificultan el drenaje.

emergencia por el desbordamiento del Río Uairén.
No puede negarse que en esta ocasión las autoridades del municipio Gran Sabana, el Ejercito, la Guardia Nacional y Protección Civil actuaron a la altura ante el desbordamiento del Uairén. Como se tenía previsto en caso de emergencias ante la posibilidad de inundaciones, los afectados fueron trasladados al Fuerte Roraima en el Escuadrón de Caballería Motorizada; se realizaron labores de remoción de escombros; se suministraron víveres y ayudas a las familias y se atendieron posibles focos de riesgo sanitario.
Sin embargo, creemos que este tipo de fenómenos naturales extremos no deben ser tratados como eventos peculiares bajo un enfoque sectorial, sino como una expresión de una problemática social donde la vulnerabilidad no sólo es una característica de diferentes peligros o amenazas, sino sobre todo de los procesos económicos, políticos y sociales.

de Uairén reciben ayudas.
Resulta necesario un sistema completo de información tanto hidrológica como meteorológica. El diseño de políticas de ordenación territorial debe ser imprescindible en todas aquellas regiones de Venezuela que sean susceptibles a inundaciones. Las estructuras sociales influyen en la forma en que las amenazas afectan a la gente, por eso, en la gestión de riesgo, es pertinente enfatizar tanto en las amenazas naturales propiamente dichas como en el ambiente social y sus procesos.
El problema de cambio climático es un asunto de vital importancia para el futuro de Venezuela. El país debe estudiar seriamente los impactos de su situación hidrometeorológica.
Es precisamente en esta línea, que nos encontramos adelantando una investigación con nuestros colegas de la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada – RAISG, en torno a cómo el cambio climático ha incidido en los procesos hidrológicos de la Amazonia y estamos en la elaboración de una serie para el portal de Mapbiomas en torno a ello, en la cual nos interesa analizar fenómenos como las recientes inundaciones en el estado Bolívar.