Aunque en 2022 se registró un aumento en la superficie de agua de la región, los datos revelados por la nueva plataforma de monitoreo MapBiomas Agua Países Amazónicos, coordinada por la RAISG, muestran que seis países que integran la Amazonia perdieron, en conjunto, un millón de hectáreas de superficie acuática en la última década. La situación del agua en Venezuela no escapa a esta preocupante tendencia.

Los países amazónicos, hogar de ecosistemas vitales del planeta, enfrentan una crisis hídrica. Los datos recientemente revelados por la nueva plataforma de monitoreo MapBiomas Agua Países Amazónicos, durante su lanzamiento oficial el pasado 20 de septiembre en Lima, Perú, resaltan la urgente necesidad de abordar la pérdida de agua en la región.
En el evento “Agua, Indicador de Vida: 23 Años de Cambios en los Países Amazónicos”, se dio a conocer que durante la última década la región ha experimentado una preocupante reducción en su superficie de agua. La media de la última década está un millón de hectáreas por dentro de la media histórica del periodo 2000-2020.

De acuerdo a Tina Oliveira, coordinadora de sistemas de información socioambiental de Wataniba y miembro del equipo Mapbiomas ”el 2022, para Brasil, fue el año de mayor superficie detectada de agua, pero venía de una crisis hídrica sostenida de más de ocho años. Esa tendencia se cumple también para Venezuela, Colombia, Surinam, Guyana y Guayana Francesa. En cambio para Perú, Ecuador y Bolivia tiene una tendencia a la pérdida sostenida de agua”. Para estos países el período entre 2013 y 2021 se identificó como el período con la menor superficie de agua promedio en la serie histórica analizada: el agua superficial se redujo en un millón de hectáreas, un 4%, en la última década.
Juliano Schirmbeck, de Geokarten (Brasil) y miembro del equipo de MapBiomas, hizo notar que “un largo período de escasez de agua trae implicaciones directas sobre las poblaciones humanas, la satisfacción de sus necesidades y la posibilidad misma de mantener sus actividades productivas, como la producción de alimentos, la generación de electricidad, entre otros bienes y servicios”.
Además, la reducción de la superficie de agua ha contribuido a la proliferación de incendios forestales y emisiones de gases de efecto invernadero, lo que afecta tanto a la biodiversidad, como a las comunidades locales.

MapBiomas Agua Países Amazónicos: colaboración y tecnología
El proyecto “MapBiomas Agua Países Amazónicos” ha sentado un hito importante al desarrollar una serie de mapas que documentan, desde 2000 hasta 2022, la superficie de agua en los nueve países amazónicos. Basados en imágenes satelitales y técnicas de aprendizaje automático, estos mapas proporcionan una visión detallada de cómo el agua ha fluctuado en la región a lo largo de las décadas.
Las herramientas desarrolladas ofrecen información con una resolución espacial de al menos 30 metros y se procesan utilizando algoritmos de clasificación automática a través de la información en la nube de Google Earth Engine, tecnología que ha permitido identificar con una precisión excepcional los píxeles de agua.

“MapBiomas Agua Países Amazónicos” surge como resultado de la colaboración entre la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG) y organizaciones de la sociedad civil, incluyendo a Wataniba, en seis países amazónicos: Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. Este esfuerzo marca la primera vez que la cobertura del mapeo de la superficie de agua se ha ampliado para incluir a todos los países amazónicos.
La fusión entre tecnología de vanguardia y la cooperación entre organizaciones y expertos locales, no sólo proporciona datos robustos sobre la superficie de agua en la Amazonía, sino que también desempeña un papel esencial en la gestión sostenible del agua en la región. “La idea es tener una ventana histórica de 23 años para los nueve países que conforman la región”, afirma Tina Oliveira. “Para ello hemos trabajado con especialistas, para proporcionar datos de superficie de agua que contribuyan a la gestión del agua y a la gestión territorial”.
La pérdida de agua en Venezuela impacta al Orinoco
La situación del agua en Venezuela no ha escapado a la preocupante dinámica ambiental que afecta a la Amazonia. Como parte de la generalizada tendencia en la región, la información de MapBiomas señala que entre 2013 y 2021 el país experimentó una notable disminución en su superficie de agua. De manera similar a sus países vecinos en la Amazonia, durante esta década Venezuela perdió un total de 66 mil hectáreas de superficie acuática, equivalente al 4% en relación con la media histórica.
En este contexto, la cuenca del Orinoco, cuarta más grande de la región amazónica, se destaca al ocupar el segundo lugar con la mayor pérdida de superficie de agua en 2022, experimentando una significativa disminución del 8%.

La pérdida de agua conlleva profundas implicaciones para la biodiversidad y las comunidades locales. Además, este fenómeno se relaciona directamente con el preocupante deshielo de los glaciares en los países andinos tropicales. Para Carlos Souza Jr., del Instituto del Hombre y Medio Ambiente de la Amazonia (Imazon) en Brasil, “los glaciares tropicales son como un termómetro de la Tierra, su reducción está estrechamente relacionada con el clima global, y esta tendencia a la disminución es una clara señal de los efectos del cambio climático en esta región”. En este sentido, Venezuela, que tiene la menor cobertura de glaciares en los Andes, ha experimentado la caída más drástica con relación a su superficie en 1985, con una disminución del 97%, lo que equivale a 82 hectáreas de glaciares perdidas.

La Amazonia venezolana ¿un cambio en la tendencia?
No obstante, a pesar de los desafíos ambientales que la Amazonia venezolana enfrenta, el año 2022 mostró un cambio positivo con relación a la superficie de agua en esta región. Las cifras indican que se registró un aumento significativo de 51,315 hectáreas en su superficie de agua, caracterizado por las intensas precipitaciones a lo largo de los estados Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro.
Los datos de la nueva plataforma también revelan que el país ha experimentado una ligera ganancia en la superficie de agua en 2022 en comparación con el promedio histórico, con 5.198 hectáreas adicionales de agua superficial, lo que representa un aumento del 1,6% en relación a 1.478.436 de hectáreas en promedio.
Sin embargo, es importante no sobrestimar el significado de estás ganancias. Venezuela, como el resto de los países amazónicos, sufrió una reducción significativa en la superficie de agua durante la última década. Y este hecho plantea desafíos continuos para la preservación de este vital recurso natural en la región.