Aunque garantizado por la Constitución, la falta de funcionamiento efectivo del sistema público de salud en Venezuela, caracterizado por el colapso de la red ambulatoria, ausencia de médicos y medicinas, así como de la logística necesaria para prestar servicios de salud con población indígena, hacen de este derecho un tema de agencia personal más que de resguardo del Estado, como lo atestigua Reina.
Si bien en la ciudad hay más oportunidades y espacios de acción, también se vive a la intemperie en muchos sentidos. El derecho a la salud, por ejemplo, aunque garantizado por la Constitución, suele quedar en manos de cada quien y a menudo se vive más como un tema de agencia personal que de resguardo del Estado. Reina lo asume soberanamente, al igual que lo demás, como un tema de responsabilidad y cuidado de sí y los suyos. Aprendió ella misma a regular sus problemas de presión vigilando y adecuando su alimentación, entre otras cosas:
A veces me ataca la presión, pero aprendí a controlármelo, a veces con la misma comida, y bueno, ahí estamos, por ahora tenemos salud. Por allí, mi tensión ya es familiar; mi papá es hipertenso, yo hipertensa, tengo varios hermanos hipertensos y tenemos que saber llevarlo.
Yo no tomo medicamentos de pastillas, puras matas. Yo prefiero tomar matas y eso me ayuda bastante a controlar (…) En Manapiare tenía mucho tiempo que no me daba la tensión, pero llegué aquí y como que me volvió a dar, pero después… bueno, menos estrés, es preferible descanso y así me lo voy controlando, pero del resto bien; así que yo no me sepa cuidar, no.
Ante la llegada del COVID, su respuesta fue similar. Se contagió en una de las primeras olas y se trató a sí misma con guarapos de hierbas medicinales y su esposa e hija seguían su receta, aunque ellos no se habían contagiado, a modo de prevención. No nos compartió su receta (quizás por guardar un secreto ancestral), pero nos confesó que sus guarapitas mezclaban hierbas que los indígenas usan para detener la diarrea y acabar con la gripe. Según Reina, esos brebajes creados con plantas medicinales han sido ampliamente usados en Amazonas y con buenos resultados. Una planta que la ayudó particularmente fue la Hoja de Raya, de la cual tomaba cuando le faltaba el aire y la atacaba la tos.
Para bajar la fiebre y acabar con el dolor de cabeza sí que apeló a la medicina occidental usando acetaminofén e ibuprofeno correspondientemente.
Para la prevención se acogió a las recomendaciones: aislamiento, uso de tapabocas fuera de casa y gel antibacterial. Para el momento de la entrevista se estaba comenzado el proceso de vacunación y tenía previsto hacerlo tan pronto las colas bajaran porque las consideraba un riesgo a ser evitado.
Trabajando con y para organizaciones que, como Wataniba, se dieron la tarea de divulgar protocolos de prevención, Reina reflexionó el tema desde varios lugares:
Yo en muchos casos, en muchas conversaciones que entablo digo: “Hay que buscar maneras en que la gente sepa manejar la situación en su entorno” (…) Y cuando alguien lo tenga, no hay que dejarlo morir tampoco, sino que: “Yo voy a ayudar esa persona, pero me protejo yo, le voy a llevar un guarapo, yo me tomo mi guarapo”, o-sea, los guarapos como prevención, o-sea, hay que saber manejar esa enfermedad. (…) La estrategia habría que armarla bien, como es, porque no te puedes descuidar. “No me va a dar”, sí te puede dar, así como también el paludismo. El zancudo no te avisa cuándo te va a picar y así pasa con el COVID; tú no puedes saber cuándo te va a atacar el virus, pero apenas tenga los síntomas, ataque de una vez.
Frente a la pregunta de cómo evolucionará la pandemia y de qué manera se manejará en Amazonas, contestó con confianza y orgullo:
No, mira, dentro seis meses esto no se va a resolver. No hay una solución rápida, no hay una solución así. Pero yo siempre digo que los indígenas somos muy inteligentes para resolver nuestra situación: sabemos vivir en el ambiente donde estamos lógicamente, ¿no? Para la parte de la alimentación no habría ningún problema porque hay producción de alimentos en las comunidades. Para la parte de medicamentos, solucionamos una parte, porque hay enfermedades que hay que diagnosticar y no puedes medicarte. La gripe y la diabetes son más fáciles de medicar, pero otras enfermedades no hay como medicar, porque no se sabe qué es. Entonces, esa es una dificultad bastante compleja, igual que la parte de la educación.
