21 de agosto 2019
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En el mes de agosto de 2019, el Grupo de Trabajo Socioambiental de la Amazonia “WATANIBA” ha recibido información de la Asociación Yanomami Hutukara (Brasil), de que la tierra indígena Yanomami en los estados de Roraima y Amazonas, está siendo invadida por un aproximado de 20 mil garimpeiros (mineros ilegales) los cuales estarían explotando oro en la mayor tierra indígena brasileña. Esta situación ha sido reseñada por varios medios de comunicación nacionales e internacionales, donde se destaca no solo la ocupación del territorio Yanomami, sino también las diferentes amenazas que vienen sufriendo los líderes Yanomami que están denunciando el problema y exigiendo el desalojo de los mineros al gobierno del presidente Bolsonaro.
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En este sentido, el vicepresidente de la Asociación Hutukara, Dário Kopenawa -hijo del líder histórico Yanomami David Kopenawa- denunció la presencia de 20 mil garimpeiros en esta tierra indígena y pidió la retirada de los garimpeiros de la zona, además, afirmó que los indígenas vienen sufriendo diferentes amenazas de muerte por parte de los mineros. Esta información fue reportada detalladamente hacia el 08 de agosto por la Revista Galileu y otros medios digitales. Según Dário Kopenawa lo que dificulta la expulsión de los garimpeiros es que el presidente Bolsonaro está a favor de ellos y es el gobierno quien puede hacer ese desalojo. “Los lideres que denuncian la explotación ilegal están sufriendo amenazas de muerte, los mineros dicen que si continúan denunciando los vamos a matar”. Por otra parte, Dário Kopenawa señaló que el gobierno brasileño prepara un proyecto para legalizar la minería en tierras indígenas, lo cual puede afectar un tercio de las tierras de esos pueblos en el país.
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La Asociación Hutukara se refirió no sólo al garimpo ilegal y a las amenazas de muerte, sino también a los graves daños ambientales en ese territorio del estado de Roraima. Por otra parte, destacan que el oro se torno, en el año 2019, en el segundo mayor producto de Roraima, sin que el Estado brasileño tenga una sola mina operando legalmente. Según varios reportajes se revela que esta nueva corrida del oro deja un rastro de tensiones, violencia, conflictos y destrucción ambiental. Dário Kopemawa informó que entregaron al Ministerio Público Federal, en Boa Vista, un “Plan de Gestión Territorial Ambiental”, que incluye los denominados “protocolos de consulta”, los cuales establecen que cuando algún proyecto o emprendimiento se pretende realizar en tierra indígena requiere una consulta previa a las organizaciones indígenas regionales y a los líderes indígenas locales, en este caso a los Yanomami. Según Hutukara, esos protocolos sirven para reforzar la necesidad práctica de protección ambiental del territorio y monitorizar la deforestación y el impacto ambiental. Dário Kopenawa afirmó que una comisión de organizaciones y líderes indígenas se ha trasladado a Brasilia para entregar el plan de gestión territorial ambiental, en particular, al Ministerio de la Defensa, a la Secretaría de Gobierno, al Ministerio de Educación y a la Fundación Nacional del Indio (Funai).
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La Asociación Hutukara también destacó que la tierra indígena Yanomami llego a estar ocupada en la década de 1980 por cerca de 40 mil garimpeiros y el territorio yanomami no había sido demarcado. “Ahora el gobierno brasileño tiene que cumplir el papel de retirar a los garimpeiros. Cuando ellos demarcaron la tierra yanomami, en 1992, el gobierno federal retiró todos los garimpeiros de nuestra zona”. Actualmente, están exigiendo el retiro de los mineros porque es un deber del Estado en respeto a los derechos de los pueblos indígenas según la Constitución de 1988. Afirmaron que eso está claro, el Presidente tiene que cumplir ese deber de desalojar a los mineros. La Policía Federal, el Ministerio Publico y la Funai deben actuar. Insisten que al momento hay más de 20 mil garimpeiros trabajando en la tierra Yanomami “Son muchos garimpeiros explorando en nuestra casa, y eso no es minería es garimpo ilegal en tierra indígena”. Según la información manejada por Hutukara, la región donde el problema está más grave es en el Rio Uraricoera, allí hay muchas comunidades corriendo riesgo. La información sobre la presencia de los garimpeiros llega a través de las denuncias de las propias comunidades y de datos confirmados por la Policia Federal y el Ejército.
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También hay que destacar que los garimpeiros tienen una alta movilidad en la zona y no respetan las fronteras entre Brasil y Venezuela, por lo que existe el riesgo de que entren en territorio venezolano causando daños a comunidades Yanomami en Venezuela, tal como ocurrió con la masacre de los Yanomami de Haximú en 1993; donde fueron asesinados 16 indígenas por parte de garimpeiros en el lado venezolano. La presencia garimpeira de lado venezolano es cíclica, la situación se hace grave, ya que el río Uraricoera, antes mencionado, y el río Mucajaí, conforman la región donde se concentra el mayor numero de garimpeiros, la cual es fronteriza con Venezuela. Allí abundan pistas de aterrizaje clandestinas y eso podría inducir a la presencia garimpeira del lado venezolano, lo que puede llevar no solo a amenazas, sino a agresiones contra la integridad física de los yanomami venezolanos, así como daños ambientales mayores como la contaminación por mercurio y otras sustancias tóxicas de las nacientes del río Orinoco y su fauna.
Frente a esta situación, la Asociación Wataniba, conjuntamente con las Organizaciones Indígenas venezolanas, Horonami Organización Yanomami y Orpia preparan conjuntamente con organizaciones de Brasil una solicitud dirigida a la Relatoría de Pueblos Indígenas de Naciones Unidas para pedir su intermediación ante ambos Estados, en el sentido de que adopten medidas urgentes para proteger el territorio habitado por el pueblo indígena Yanomami en ambos países.