En respuesta a la solicitud de ayuda de la Organización Indígena Yanomami Horonami, Wataniba ha tomado medidas para hacer frente a la delicada crisis alimentaria que afecta a las comunidades de la Sierra de Parima en el Alto Orinoco. Sin embargo, la magnitud del problema requiere un enfoque integral con la colaboración de las autoridades locales, regionales y nacionales.
Wataniba ha respondido a la solicitud de ayuda realizada por la Organización Indígena Yanomami Horonami para hacer frente a la delicada crisis alimentaria que enfrentan las comunidades ubicadas en la Sierra de Parima del Alto Orinoco. Cerca de 15 mil personas del pueblo Yanomami en Venezuela están experimentando dificultades nutricionales debido a las fuertes lluvias que han afectado los sistemas alimentarios basados en el conuco durante los últimos dos años.
La Sierra de Parima forma parte del Parque Nacional Parima-Tapirapecó que, con una superficie de 38.290 km2, es el segundo más grande de Venezuela (después del Parque Nacional Caura, en Amazonas y Bolívar) y el sexto en el mundo. A lo largo de 320 km de longitud, esta región montañosa marca la frontera natural entre Venezuela y Brasil, y en ella nace el río Orinoco.

A pesar de la lejanía del territorio, la vida de las comunidades Yanomami en esta zona difiere significativamente de la de sus ancestros. En el pasado, fueron víctimas de la explotación de la secta religiosa Nuevas Tribus, hasta que fueron expulsadas por el gobierno nacional en 2005. Sin embargo, aún sufren las secuelas de esas prácticas neocolonizadoras, como el asentamiento en zonas de sabanas con suelos poco fértiles, en contraste con su anterior estilo de vida seminómada en la rica región selvática.
Además, se suma a lo mencionado anteriormente la preocupante presencia de la minería ilegal, la cual acarrea consecuencias devastadoras para el ambiente, genera actos de violencia y tiene un impacto sociocultural significativo. Estas actividades ilícitas se suman a las alteraciones climáticas que también afectan al Amazonas, perpetuando los desafíos que enfrenta esta región en la actualidad.
Apoyo integral en tiempos difíciles
En respuesta a esta situación, Pancho Blanco, coordinador general de Horonami, se acercó a Wataniba debido a los profundos lazos de amistad y alianzas que unen a ambas organizaciones con los pueblos indígenas del Amazonas. Aunque Wataniba no tiene como naturaleza hacer donativos, en esta ocasión se ha decidido brindar ayuda debido a la delicada crisis alimentaria que padecen las comunidades yanomami, situación y para honrar la amistad y los lazos construidos en casi dos décadas de trabajo en la región.
Es importante destacar que esta ayuda proporcionada por Wataniba se realiza con recursos propios y no está vinculada a la denominada “ayuda humanitaria” ofrecida por otras organizaciones. Además, en acuerdo con Horonami, está destinada a abordar parcialmente la crisis alimentaria y promover el intercambio con otras comunidades, lo que brinda oportunidades a las comunidades más afectadas de Parima para acceder a zonas más fértiles y con recursos animales para la cacería.
La entrega de la ayuda fue realizada en la sede de la Defensoría del Pueblo del estado Indígena Amazonas en Puerto Ayacucho el 13 de julio. En la actividad estuvieron presentes Pancho Blanco, Eliseo Silva (capitán, autoridad legítima Yanomami y vocero indígena presidencial del Sector Sierra Parima), Guillermo Marciales (Coordinador de Derechos Indígenas de Wataniba) y Glenda Rattia (miembro del equipo de trabajo de Wataniba).


Tanto Blanco como Silva expresaron su agradecimiento por la entrega de alimentos no perecederos en esta primera ocasión, y también hicieron un llamado a las autoridades y amigos del pueblo Yanomami para que respondan a esta difícil coyuntura.
Wataniba reafirma su compromiso de apoyo con el pueblo Yanomami. Sin embargo, debido a la magnitud del caso, se requiere un enfoque integral que involucre a otros actores, especialmente a las autoridades locales, regionales y nacionales. Wataniba está dispuesta a colaborar con su experiencia y contactos en el terreno para abordar esta tarea urgente.
Se agradece a Aquilino Conde Menare, representante de la Defensoría del Pueblo y el Poder Ciudadano, por su trabajo y apoyo en la consolidación de este operativo.