Las organizaciones indígenas agrupadas en la Organización Regional de Pueblos Indígenas de Amazonas (ORPIA) y la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Amazonía Venezolana (COIAM) como espacio de articulación y debate, queremos unirnos a la conmemoración del Día Internacional de los Bosques, decretado por las Naciones Unidas, manifestando lo siguiente:
1.- Valoramos los esfuerzos y diferentes iniciativas realizadas a nivel internacional y nacional para promover y proteger los diferentes bosques en el mundo, que son garantía para la vida colectiva en el planeta, y particularmente los bosques presentes en la Amazonía, como amplia región en América del sur, hábitat y espacio sociocultural donde habitan numerosos pueblos indígenas, y garantía segura contra las amenazas del cambio climático.
2.- En el caso concreto de la Amazonía Venezolana queremos destacar que con objetividad y esperanza, sus bosques y ecosistemas son unos de los más preservados en la región, y Venezuela posee una de las mayores extensiones continuas de bosques tropicales mejor conservados del mundo, sobre todo al sur del Orinoco, ya que al norte del país la tasa de deforestación es bastante alta. Esto representa una gran riqueza para el país en términos de biodiversidad, producción de recursos hídricos para el futuro, ecoturismo y desarrollo de proyectos sostenibles alternativos, en armonía con el ambiente y la identidad cultural de los pueblos originarios que habitan estos bosques y selvas.
3.- Hemos manifestado públicamente que los pueblos y organizaciones indígenas estamos seriamente preocupados por el aumento de las actividades extractivas, la minería ilegal en la región amazónica, sin que existan planes para su control efectivo y erradicación. Vemos como algo muy grave la creciente minería del oro en amplias zonas del Estado Amazonas, la cual afecta a numerosos pueblos y comunidades indígenas de la región y produce fuertes impactos ambientales. En los últimos años, hemos observado un incremento de la minería ilegal en los cauces de numerosos ríos y bosques de selva alta, incluyendo la utilización de máquinas motobombas y embarcaciones que usan métodos de dragado de las aguas de los ríos. Los resultados de estas actividades han sido una evidente destrucción de los bosques en zonas como el Parque Nacional Yapacana con decenas de hectáreas devastadas, y los ríos Orinoco, Atabapo, Guainía, Sipapo – Guayapo, Alto Cuao, Ocamo, Manapiare – Ventuari, Parucito – Majagua, Parú, Asita, Siapa y otros; con contaminación de las aguas por mercurio y otras sustancias.
4.- A esta situación se suman los impactos socioculturales y ambientales por la implementación de nuevas políticas de extracción de minerales en la región, como el Megaproyecto del “Arco Minero del Orinoco”, a ejecutarse en amplios territorios ocupados por pueblos y comunidades indígenas y sin los procesos de consulta previa, libre e informada, garantizados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y otras normas legales. Todo esto en el contexto del anuncio reciente por parte del Gobierno nacional de que Venezuela tiene la cuarta mina de oro más grande del mundo, según certificación de la “Gold Reserve” y un aumento de la producción anual de oro, de acuerdo a lo anunciado por el Ministro para el Desarrollo Minero Ecológico (AVN).
5.- Finalmente, además de expresar nuestras legítimas preocupaciones frente a las amenazas reales a los bosques, selvas y ríos en los que se realiza la totalidad de nuestra vida colectiva (cultural, espiritual y actividades tradicionales de subsistencia), queremos hacer llegar a las autoridades competentes y organismos del Estado venezolano, nuestra solicitud de adopción de medidas urgentes de protección de los bosques amazónicos y nuestras propuestas para la rectificación de mega proyectos extractivos, así como la coordinación de acciones, en temas fundamentales como la demarcación de hábitat y tierras, el control de la minería ilegal y la protección del ambiente y los ecosistemas amazónicos, la aplicación de la consulta previa e informada, y la salud intercultural. Pedimos sobre todo medidas frente a endemias como la malaria, producto de la movilidad de los mineros, que están diezmando numerosas comunidades y grupos de pueblos indígenas en aislamiento, como los Jödi de la Serranía de Maigualida (entre los estados Bolívar y Amazonas), los Uwottüja del Alto Cuao – Autana (Amazonas), los Yanomami del Alto Ocamo, Alto Siapa y Cabeceras del Orinoco (Amazonas) y algunas poblaciones Ye´kwana y Sanemá del Alto Ventuari (Amazonas) y Alto Caura (Bolívar). Para estos grupos en aislamiento solicitamos con urgencia medidas especiales de protección frente a la invasión de mineros ilegales en los hábitats y bosques que habitan, últimos refugios para su vida colectiva y actividades tradicionales de subsistencia.
Organización Regional de Pueblos Indígenas de Amazonas (ORPIA)
Kurripaco, Baniba, Warekena y Yeral del Guainía, Río Negro y Atabapo (KUBAWY)
HORONAMI Organización Yanomami
Organización Indígena Uwottüja del Sipapo (OIPUS)
Organización Ye´kwana del Alto Ventuari (KUYUNU)
Organización Mujeres Indígenas de Autana (OMIDA)
Red de Defensores/as Indígenas del Estado Amazonas
Organización Yabarana del Parucito (OIYAPAM)
Organización de Mujeres Uwottüja de Manapiare (Shejerume)
Red de Jóvenes Indígenas de Amazonas (RAJIA)
ASOCAGRU
Organización Pueblo Indígena Baré de Amazonas (OPIBA)
Organización Raíces Baniva
Pueblo Jivi de Venezuela